Las
bebidas energizantes son muy famosas y muy utilizadas por los deportistas y la
gente joven para recuperar las energías luego de una práctica deportiva intensa
o el ritmo cotidiano frenético. Tambien es muy sabido que las bebidas cola son muy
ácidas y pueden erosionar los dientes, pero se desconocía que otras bebidas
como Gatorade o Red Bull tenían el mismo efecto. Este tipo de bebidas abruman
nuestra saliva de su capacidad natural de neutralizar los ácidos, lo que
implica que el ácido actúa sobre el esmalte de los dientes, debilitándolo y
gastándolo, haciendo que sea más probable entonces la aparición de caries.
Pero así como son muy
beneficiosas para la recuperación energética y muscular, también podría llegar
a dañar las piezas dentales, ya que según unos estudios de investigación, el
hecho de consumir de modo habitual y continuo estas bebidas puede ocasionar un
desgaste en el esmalte dental.
Un reporte reciente de odontología informa
que las bebidas energizantes tienen un efecto nocivo en los dientes.
Investigadores del New
York University College of Dentistry, que efectúan sus estudios sobre dientes
de vaca por ser similares a los humanos, han utilizados las bebidas que son de
uso más frecuente por los deportistas y han remojado en ellas los dientes
vacunos con la finalidad de comprobar los efectos sobre los mismos. Luego de
aproximadamente 80 minutos, evaluaron la fuerza de los dientes.
De esta forma pudieron
demostrar que estas bebidas energizantes consumidas frecuentemente, logran
deteriorar el esmalte dental debido a su composición de ácidos, azúcares y
aditivos.
Concretamente, lo que se
produce es una afección en el tejido dental del esmalte que determina la forma
y el tamaño de las piezas dentales.
Todos los energizantes
tenidos en cuenta en la investigación arrojaron como resultado un
debilitamiento de la dentina y hasta algunos, causaron significativas manchas
en los dientes.
Según los investigadores,
la principal causa por la cual se generan estos resultados dañosos está en el
ácido que contienen estas bebidas, que es lo que debilita el esmalte dental y
hacen que se vuelvan más vulnerables ante las bacterias que saben filtrarse en
las grietas y resquebrajaduras en los dientes. Los azúcares pueden empeorar las
circunstancias, fomentando el aumento de bacterias.
En síntesis, el azúcar y
el ácido son una combinación fatal para las piezas dentales causando caries en
las mismas y debilitando el esmalte dental.
Lo ideal es alertar especialmente a los jóvenes, ya que
son ellos los mayores consumidores de estas bebidas y quienes continúan
bebiéndolas a lo largo de su vida, generando mayores riesgos en sus dientes.
La
única manera de prevenir este daño es beber con pajitas, llevando el líquido
hasta la parte trasera de la boca, enjuagar bien con agua luego de beber para
diluir los ácidos, y evitar el cepillado de los dientes durante 30 minutos
luego de haber ingerido bebidas energéticas y/o gaseosas, ya que el lavado
puede quitar el esmalte debilitado por la acidez.
Dr. Aimone Diego Aquiles
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